martes, 29 de diciembre de 2009

Tea time

Si hay algo de lo que disfruto eternamente son de los tés. Cualquier tipo de té, desde el más común hasta el más raro, lo bueno es siempre probar y encontrarse uno mismo en lo que toma, eso es lo que me pasa a mí con esta gran bebida. El té es mi momento para relajarme, para charlar, para descansar, para pensar, me permite conectarme conmigo aunque sea solo uno al pasar. Yo trabajo en el barrio de Palermo, un barrio muy bonito, muy de moda, y muy a la orden del día con todas (y me refiero a todas) las tendencias. A la vuelta de mi trabajo, me maravillé con un local que se especializa no solo en tés, sino en jugos naturales y un rico menú tanto de cosas dulces como saladas.

Les presento Tea Connection. Sean bienvenidos.
La ambientación, te empapa de tranquilidad y es muy naturista, aromas a flores y ricos tés impregnan el lugar. He ido unas pocas veces, pero debo advertirles mis amigos, que ya es una obsesión. La primera vez degusté una rica infusión y unas tostadas caseras, con mermelada de naranja y frambuesa exquisitas, por supuesto caseras.
Se destacan por crear un menú de acuerdo a la época del año (primavera/verano, otoño/invierno) como debería ser en todos lados, aprovechando las bondades de la naturaleza y desplazando aquello que no corresponde a esos tiempos. No solo tienen té e infusiones para saborear a montones, sino que existe la posibilidad de llevarte en una hermosa cajita, té en hebras, que por supuesto ya está en casa (infaltable).
Otro día fuimos (mi novio y yo) a cenar unas ricas ensaladas, él una cesar con pollo, yo una de vegetales y queso de cabra; al primer bocado uno ya siente la amabilidad de cada uno de los ingredientes, de las diferentes texturas y sabores que conviven perfectamente y lo demuestran en cada saboreo. Una de las cosas que más disfruto son las aguas saborisadas: energizantes, relajantes, entre otras, que están hechas de frutas frescas de estación, no solo es una experiencia para el paladar, sino también para el olfato, la vista y para nuestro sexto sentido que, en ese lugar estará desarrollando en todo su esplendor. Yo tomé un agua de maracuyá, naranja y tilo exquisita y de lo más refrescante, algo que definitivamente tendría en mi heladera. Los mangares dulces, y por favor, reparemos en el hecho de que las cosas dulces me pueden, todas, no discrimino (jajaja), ellos tienen unos muffins exquisitos, degustamos de pera y almendras y de banana, nuez y chocolate.
Lo bueno de este lugar no solo es el hecho de que todo es natural y hay una gran variedad de alimentos y bebidas, sino que ellos están dispuestos a acompañar el clima para que puedas disfrutar de todo cuando corresponde.Definitivamente un lugar para ir, y volver, y volver, y volver.

Nota: Fotos mías. (1) Té en hebras con su respectivo reloj para respetar el tiempo que debe reposar, (2) Muffin de banana con chocolate y nuces y muffin de pera y almendras.

1 comentario:

Vane dijo...

Qué divina descripción ! Dan ganas de salir corriendo a tomarse un Té !
Lástima que llegué un poquito tarde al artículo, habrá sucursal acá en las Sierras ?
Otra cosa pendiente tambien son las aguas saborizadas, hace rato vengo escuchando pero todavia no tuve oportunidad de degustar.

Exquisita descripción.Gracias !
Besos