jueves, 20 de noviembre de 2008

Paola Lowacka - Mexicana en Varsovia


Compre un six en el SAM's de Liondres antes de venirme a Polonia; el hecho de no poder acompańar mis botanitas con este rico elixir me causaba preocupacion.
Envolvi todas en plastico burbuja para protegerlas y no se fueran a romper en el trayecto (con eso de que tratan tan bien el equipaje).
Gran conmocion me causo el hecho de ver que no cabian todas en mi equipaje que reventaba practicamente con todos los tiliches que deseaba traer, entre ellos mis discos de Santa Sabina, Iraida Noriega y las pelis de Tin Tan que con dificultad encontraria en Polonia y que no tan facilmente se encuentran en los "Torrents", sumado a mis kilos de chiles secos, chocolate "Abuelita", los atolitos en polvo, harina para tortillas, los dulces, y mi comal por supuesto.
Con dolor y pesar me deshice de algunas, termine trayendo solo dos.
La primera se termino en un lapso de mes y medio ya que a cuanto amigo, conocido y familiar de mi esposo que nos visitaba le dabamos la "probadita"; al 99% le desagrado ya que a los polacos hasta la canela les pica. Pero hubo solo uno que resulto ser un aficionado de la comida picante y ese fue el mejor amigo de mi esposo que nos visita constantemente y al que no habia forma de decirle "no" cuando solicitaba la salsa.
La segunda y ultima nos duro un poco mas de tiempo: dos meses y medio para ser exactos ya que tome control de ella y a mi esposo se le permitia una dosis inferior a las 10 gotas por cada bolsa de palomitas (importante mencionar que la primera vez que mi esposo probo la "Vale" no le gusto y la escupio junto con el churrumais que le ofreci; ahora hasta arremete contra los cines polacos por no disponer de algo parecido para las palomitas).
A punto de acabarse la segunda botella, comence a buscar en internet sitios de venta de productos mexicanos y solo habian salsas de marca americana que ni siquiera en una situacion extrema me atreveria a probar. La encontre por fin en un sitio ingles pero no podian enviarmela a Polonia. Un amigo mexicano radicado tambien en Polonia y cuyo negocio es, precisamente la venta de productos mexicanos, me dijo que podria conseguirla pero nunca se concluyo el "trueque".
3ra. botella
Durante una visita a Marzena, la hermana de mi esposo (La Marciana como le llama mi hermana) a mi esposo se le ocurrio preguntarle si aun conservaba las cosas que se habia traido de Mexico cuando fue nuestra boda. Fue asi como La Marzi se dirigio a su alacena y saco de ahi unos chiles que poco faltaba se llenaran de palomillas, un chile piquin "Tajin" y entre otras cosas, saco una botella de ni mas ni menos que de salsa "Valentina"; mis ojos brillaban, mi rostro rebozaba de felicidad, a la vez, mi cuńada manifestaba su falta de imaginacion para saber como emplear esos productos. Ni siquiera tratamos de explicarle, le ofrecimos una jugosa cantidad por la salsa pero ella, de forma casi caritativa me la regalo: ya tenia mi salsita para dos meses mas.
4ta. botella
El momento llegaba; era simplemente irreversible: mi querida amiga Marigel regresaba a Mexico. Era Junio, dos dias antes de mi cumpleańos y ella preparaba su equipaje que al igual reventaba con todas las cosas que habia reunido durante un ańo dos meses en que vivio aqui.
Ella tambien tenia una botella de "Valentina" que cuidaba mucho, pero con antelacion habia prometido heredarmela cuando se fuera. No se le olvido, y el ultima dia que la vi, me puso en una bolsa mi botellita, que aunque a medias, significo mucho para mi por venir de una persona tan estimada y por supuesto por el hecho de haberme prolongado su consumo. Es a la que mas he cuidado y siempre que la usaba, pensaba en la chaparrita a quien extrańo escuchar hablar "con el microfono prendido" por las calles Varsovianas.
5ta. botella, en uso actual.
Hace unos meses, conoci via HI5 a Cinthia, una chica que corrio con mi misma suerte al casarse con un polaco (y lo escribo en el buen sentido). Ella me contacto y fue asi como comenzamos el intercambio de comentarios y despues comunicandonos via messenger el cual es nuestro medio de chisme cotidiano. Durante una de nuestras cuantiosas platicas me comento que una polaca, amiga de ella y residente en Mexico, vendria a tierras polacas y se ofrecio a enviarme con ella lo que quisiera. Despues de haber recibido aceptacion de la chica polaca, me pidio que le seńalara la lista de lo que queria y solo hubo dos cosas que no vacile en pedir: dulces y por supuesto, la salsa.
Despues de unos dias me confirmo que la chica venia en camino y que al llegar a Varsovia se pondria en contacto conmigo para entregarme las cosas. Sin embargo, por motivos que desconozco, la chica entrego las cosas al cuńado de Cin, el cual vive en una ciudad un poco alejada de Varsovia. Cinthia pidio a su cuńado me enviara las cosas via correo, el chico muy amablemente lo hizo pero el sistema de correos polaco, que se supone es mejor que el de Mexico, fallo en esta ocasion y el paquete tan esperado no llegaba.
Fue el pasado jueves que recibi de mi esposo un mensaje diciendome que tenia algo para mi y que me pondria muy feliz. Imagine que era el paquete de Cin pero no me queria ilusionar. Cuando llegue a la casa, lo primero que vi fue un paquetito en la mesa; en ese momento supe que si era el paquete de Cin y me apresure a abrirlo. Al romper la caja, lo primero que vi fueron los dulces (todos mis favoritos, Cin parece haber leido mi mente), una carta con palabras muy amables y alentadoras por parte de Cin, un par de aretes muy bonitos y tambien la botella de salsa a la cual besuquee con furor. Un gran detalle, de una gran persona sin lugar a dudas.
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De este modo es como a lo largo de este ańo he logrado seguir disfrutando de uno de mis placeres favoritos.
ż Porque le doy importancia a algo que cualquiera en Mexico puede comprar por unos cuantos pesos? Porque precisamente ese es el valor que las cosas mas pequeńas toman cuando no es facil obtenerlas, las mismas que pasan inadvertidas a nuestros ojos cuando las tenemos disponibles de manera constante. Y no solo las pequeńas, tambien las mas grandes y cuya existencia tambien ignoramos en ocasiones porque nuestro orgullo siempre tiene un lugar prioritario, desgraciadamente.
Llamenme cursi y sensible, pero asi es la perspectiva que ahora tengo. La misma perspectiva que tengo en cuanto a mi familia, mis amigos, mi lugar de origen, mi cultura, mi hogar. Pero ese merece ser explicado en mas de dos renglones...
...otro dia.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola,

llevo escaso un mes de vivir en Polonia y comienzo a entenderte, la comida aqui es muy rica pero siempre se extraña el limonsito y la valentina!

Sigues en Polonia? yo vivo en Kraków, ojala que nos pongamos en contacto para platicar.

najaru@hotmail.com

Saludos!

Ana dijo...

Hola Paola,

Vivo en Varsovia y cuando leí tu nota, aun que ya tiene tiempo, fue de lo más emotivo, adoro la valentina y la cuido como lo más preciado, ja ja.
No recuerdo como llegue a su blog pero me encanto.

Recibe un cordial saludo!!
Mexicana en Polonia,
ilianarmz@gmail.com